lunes, 13 de junio de 2011

¿En qué puedo ayudarle?

La atención telefónica a los clientes es una profesión dura y, la mayoría de las veces, poco gratificante. Es un trabajo que exige conocer todos los matices de tu voz y te hace llegar a límites insospechados donde la paciencia lucha mano a mano con el mantenimiento de la sonrisa telefónica.

Con el paso del tiempo te conviertes, en cierta manera, en un psicólogo de las conversaciones cortas: sabes percibir en pocos segundos lo que quiere el cliente, cómo lo quiere y su estado de ánimo. Aprendes a decir justo lo que la otra persona quiere oir y te adelantas a sus demandas. Descubres la proactividad... 
Así es mi trabajo actual. Y todo eso vivo cada día.

Hoy han venido varias personas nuevas a la empresa y me ha tocado enseñarles en qué consiste nuestra labor. Cuando me he visto diciéndoles el tiempo que llevaba allí, me he dado cuenta que ya llevo demasiado... Lo que empezó como un trabajo temporal se ha convertido en mi manera de vivir, o mejor dicho, de sobrevivir. Y ya está bien. 

Nunca me cansaré de agradecer a la gente que trabaja conmigo lo bien que se han portado, lo bien que me lo he pasado y todo lo que he aprendido. Gracias a ellos el trabajo se ha convertido es mi escape, mi refugio y en mi pequeño lugar donde crear nuevas amistades y encontrar el cariño de gente muy diferente a la que, hasta entonces, había conocido.

Ahora toca luchar por nuestros derechos, por lo que nos corresponde, por salir adelante... Espero que el convenio que se firme merezca el esfuerzo que hacemos día a día en nuestro puesto de trabajo. Porque si la empresa sale adelante es por nosotros y por nadie más... Corren malos tiempos y lo que nos queda y quedará es esa camaradería que nos ha unido durante tanto tiempo.  ¡No perdamos nunca ese espíritu!

Hoy dedico esta actualización y esta canción a mis compañeros de trabajo: ¡sois los mejores!

lunes, 6 de junio de 2011

El beso

Hoy quiero hablaros de mi cuadro favorito, "El beso" de Gustav Klimt.
Klimt es un pintor simbolista autríaco cuya obra está dotada de una intensa energía sensual, donde el desnudo de la mujer cobra bastante relevancia.
La etapa dorada de Klimt vino determinada por un progresivo acercamiento de la crítica y un gran éxito comercial.
El beso (original en alemán: Der Kuss) es su cuadro más conocido. Es un óleo sobre lienzo de 180 x 180 centímetros, realizado entre 1907-08.
Se ha interpretado el cuadro, revisando su bibliografía, como una representación simbólica del momento en que Apolo besa a la ninfa Dafne que se está convirtiendo en laurel, de acuerdo con el relato de la metamorfosis de Dafne que se encuentra en la obra de Ovidio. Esta obra se completa con la del friso de Klimt en el comedor del palacio Stoclet de Bruselas, en el que la metamorfosis de la pareja se consuma y nace un nuevo laurel.  
Confieso que no soy muy amante de la pintura, pero desde el momento en que vi este cuadro, tuve un "flechazo". Me encantan todos los cuadros de este autor pero, en especial, éste. 
Me compré una lámina que lo reproduce hace como 2 años y aquí lo tengo, colgado en mi piso. Los colores, las formas, los espacios y el momento propio del beso, hacen de una obra cargada de sensualidad, ternura, protección, cariño, cierto erotismo y, como no, de amor.
Pero, en mi opinión, el cuadro no sólo se apoya en el beso, sino también en el abrazo: ése que hace que el amante envuelva entre su brazos a su ninfa. Ése que hace que te sientas segur@ en manos de la persona amada. Ése que hace que se detenga el tiempo y no importe nada más.
Cada día, al despertarme, es lo primero que veo. Creo que no hay forma mejor de empezar la jornada. Bueno sí, que algún día, se materialice :)

P.D.: Aquí os dejo un bonito vídeo inspirado en la actualización de hoy. Espero que os guste.







miércoles, 1 de junio de 2011

Presentimientos

No sé si creéis en las corazonadas y/o en las intuiciones... Yo nunca he sido muy de "escuchar" mi interior en esos casos o de sentir algo especial en mitad del estómago que (se supone) se debe seguir como si de una indicación divina se tratase.
Pero últimamente he tenido un par de presentimientos muy fuertes que se han cumplido. Uno cargado de alegría y otro impregnado de tristeza. No creo que este sea el lugar más adecuado de hablar del segundo, así que me centraré en esa sensación de júbilo que tuve hace unos días: por la mañana temprano, el día 24 de mayo, tuve un pseudo-sueño (lo llamo así porque estaba medio despierto), en el que visualicé el nacimiento del hijo de una amiga. Faltaban como 15 días para que se cumpliera el plazo máximo en el que podía nacer, pero yo sentí que se adelantaría... Y que no iba a ser cualquier día, sino ese día. Pues así ocurrió. De hecho nació por la noche, a la hora que más o menos me imaginé. ¿Casualidad? Seguramente, pero esto ya supuso la gran anécdota del día. Además que, no sé por qué, me siento muy unido a ese bebé... quizá sea por esta nimiedad, pero es así.

Y después de exponer esto, quiero decir que me encuentro bastante feliz, bastante contento. Quizá sea porque tengo muchos presentimientos últimamente, en este caso de mi vida en unos meses, y todos son muy buenos. Así que si todo se materializa como lo estoy visualizando, me puedo sentir muy afortunado. Mucho.

Prometo contar esas intuiciones (cumplidas) en este blog, así que... ¡estad muy atentos!

Y para finalizar, os dejo esta canción de La Oreja de Van Gogh, de su primer disco. En ella, muy adecuada con la actualización de hoy, nos invitan a soñar y a imaginar aquello que queremos que se haga realidad en un futuro no muy lejano. Pues hale, tod@s a soñar...


Un abrazo a tod@s.